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The Wall (mapu)

Lefxaru Nawel, Amaru, Umawtufe, Malen, Ignacio y Juan Pablo son los integrante de Puel Kona. Debutaron con su primer disco homónimo en 2014 bajo la producción de Goy Ogalde, líder del grupo trasandino Karamelo Santo.



La noticia sorprendió a muchos; Roger Waters, el mítico fundador de Pink Floyd, anunció hace unos días que una banda de rock mapuche lo acompañará en sus próximos conciertos por la República Argentina. ¿Los elegidos? Puel Kona, agrupación de la ciudad de Neuquén, el lado este del histórico país mapuche. Pero si la noticia impactó en el mundo artístico y las redes sociales, el detrás de escena de cómo fueron elegidos bien vale la pena de contar.

Cuenta la periodista Gaby Cociffi, directora editorial de Infobae y a quien contactó Waters, que todo surgió de un mail que ella recibió hace al menos un año. Allí el músico fue bastante explícito en su petición: “He estado siguiendo los problemas de los mapuches en Argentina y Chile, así que me gustaría tener músicos mapuches en mis shows como acto de apoyo a su lucha. ¿Qué pensás?”, le escribió desde su gira mundial Us+Them Tour.

Fue entonces cuando Cociffi contactó a Verónica Huilipán, dirigenta y werken de la Confederación Mapuche de Neuquén, una de las principales organizaciones de aquel lado. En un extenso mail -relata- le contó del interés del músico británico. Y solicitó además el dato de alguna agrupación musical. “Los Puel Kona”, le respondió Huilipán. “Son músicos que fusionan mapuzugun y castellano en sus letras. Y cuentan con sabiduría la cosmovisión de nuestro pueblo y la lucha de resistencia que históricamente hemos llevado”, agregó.

La propuesta de Huilipán fue entonces enviada a Roger Waters junto al último disco de la banda. “Estoy conmovido. Me encanta esta banda / sonido, arpa judía, flautas, tambores de rock, excelentes ritmos, grandes voces. Estoy muy emocionado”, respondió el músico. No solo eso. Minutos más tarde Gaby recibió otro mail. “Estuve buscando en Google ¿sabés que su nombre significa “Guerreros del Este”? Bien hecho por encontrar a Lautaro (voz del grupo), observo que toma su nombre de un líder mapuche del siglo XVI”, comentaba Waters.

“El genio que hace delirar al mundo y llena estadios se había sentado una tarde para googlear los nombres de los integrantes de la banda”, relató Cociffi, maravillada por el interés del creador de los álbumes conceptuales “The Dark Side of the Moon” y “The Wall”, entre otras obras cumbres de Pink Floyd. “Deciles que definitivamente los necesitaremos para ambos shows, los cuidaremos adecuadamente y me aseguraré de conectarme para discutir el contenido con ellos”, finalizó Waters. Genio y figura por donde se lo mire.


Gran parte de los músicos pertenecen además al lof urbano Newen Mapu, de activa participación en el movimiento indígena trasandino. Su sede, ubicada en el corazón del Islas Malvinas, un populoso barrio neuquino, es desde hace al menos dos décadas un hervidero de activismo y militancia juvenil al otro lado de la cordillera.

Lefxaru Nawel, Amaru, Umawtufe, Malen, Ignacio y Juan Pablo son los integrante de Puel Kona. Debutaron con su primer disco homónimo en 2014 bajo la producción de Goy Ogalde, líder del grupo trasandino Karamelo Santo. En 2017 presentaron Kintu Newen (Buscando la fuerza), disco hoy disponible en las plataformas de YouTube, Deezer y Spotify. Han compartido escenario con Manu Chao, Las Manos del Filippi, Illapu e Inti Illimani, entre otros. Y recorrido con su música todo el Wallmapu, desde el Atlántico al Pacífico, incluido un show en la última versión del Festival Rapa Maquehue de Temuco.

La banda combina rock, ska, hip hop, reggae, cumbia y otros géneros latinos con sonidos e instrumentos tradicionales mapuche. Pero esta combinación de géneros también tiene sus límites; Puel Kona no introduce en sus canciones el tayül que es un canto propio de ceremonias. Sus letras, en su mayoría en mapuzugun, hablan del renacer de la identidad mapuche, de una discriminación que aun persiste y también de aquellos conflictos territoriales pendientes en ambos lados de la cordillera.

“Ayer las carabelas hoy son las petroleras / La codicia extranjera de nuevo en nuestra tierra / Gasoductos y pozos, sangra el Wallmapu abierto / No importan las regalías si nos dejan un desierto”, denuncian al ritmo del ska en la canción “Malditas petroleras”. “Clandestino en tu propia tierra / Extranjero en tu propio origen / es nacer y estar condenado, existir pero ser invisible”, cantan por su parte en “Clandestino”.

Pasa que gran parte de los músicos pertenecen además al lof urbano Newen Mapu, de activa participación en el movimiento indígena trasandino. Su sede, ubicada en el corazón del Islas Malvinas, un populoso barrio neuquino, es desde hace al menos dos décadas un hervidero de activismo y militancia juvenil al otro lado de la cordillera.

“Para nosotros esto que está pasando es como un sueño porque coincidimos y compartimos muchos valores con Roger Waters”, señaló Umawtufe Wenxu, bajista de Puel Kona, a los medios en días recientes. “Coincidimos en que queremos construir un mundo mejor, un mundo donde se respeten las diferencias, las diversas identidades y sobre todo los derechos humanos”, agregó el músico. Tiene razón Umawtufe, se trata de un verdadero sueño. Para ellos y también para su pueblo.



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